Fue en 1977 cuando la ONU decretó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. A lo largo de los años, hemos vivido cambios importantes dirigidos a la igualdad de género. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer.

El pasado nos ha enseñado que debemos prepararnos para enfrentar los retos que se presentan día a día. Basados en este planteamiento, es relevante pensar en la forma en que estamos educando a las niñas y adolescentes de hoy, ya que ellas serán las mujeres del mañana. Serán ellas quienes ocupen cargos de liderazgo en campos como la política, la ciencia, la tecnología y el deporte, entre otros.

Como sociedad, debemos fomentar en ellas la seguridad en sí mismas, la aceptación y el amor propio. Debemos guiarlas para que entiendan la importancia de cultivar su educación y de tomar decisiones sin dejarse llevar por la presión de los estereotipos sociales. Debemos permitirles crecer en ambientes donde se les motive a expresar sus ideas, a aceptar que a veces se van a equivocar, y que la decisión de perseverar traerá resultados positivos en sus vidas. En el seno familiar, deben encontrar apoyo para que aprendan a ser personas independientes y felices.

Brindemos homenaje a las mujeres en general, no por su género, sino como personas con capacidades admirables. Tomemos un momento para reflexionar sobre los desafíos que hoy día deben enfrentar, no solo en nuestro país, sino a nivel mundial.

Equipo de Human Management Services.