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Inteligencia emocional: la vacuna para tiempos de Pandemia

En las mejores historias de libros y películas hemos observado absortos los estragos de una epidemia que violenta a la humanidad, desde una “ceguera blanca” que iba modificando el carácter de los humanos hasta convertirlos en salvajes que pelaban por el alimento para no morir, hasta una sociedad que con sus avances había logrado eliminar la muerte y al verse sobrepoblados tenían que eliminar al azar a muchos, frente al espanto que este hecho ocasionaba en la colectividad.

Historias que veíamos lejanas hoy son una realidad gracias a la amenaza que enfrentamos mundialmente con el COVID-19. Supermercados abarrotados, escases de alimento y artículos de limpieza, bares abiertos y lugares públicos poblados, cuando el Ministro de Salud con un rostro entre frustrado y molesto ha hecho un llamado a la conciencia “reaccionemos, por favor reaccionemos” ¿Cuáles son las emociones que nos alberga en estos momentos, cuáles son las acciones que estamos emprendiendo en lo individual y en lo social?

La crisis que hoy enfrentamos nos confronta con la necesidad que como humanidad tenemos de desarrollar nuestra inteligencia emocional, de realizar esfuerzos para lograr esta alfabetización, porque es en momentos como estos en los que logramos ver el coeficiente NO-racional que poseemos: podemos ver personas cuya empatía les lleva a quedarse en casa para no vulnerabilizar a las poblaciones de mayor riesgo o ha pensar como unir esfuerzos para que sectores como el turismo, el arte, el mercado laboral informal, trabajadores independientes, pequeña empresa no se quede sin ingresos. Pero podemos ver como también hay personas que culpan a los extranjeros, al gobierno, rechazan a asiáticos mientras se dan unas vacaciones, celebran cumpleaños en tiempos del llamado al aislamiento social y piensan “no soy de los que corren riesgo”.

Que debiéramos hacer en estos tiempos de crisis, la inteligencia emocional nos permite auto-conocernos. Es un tiempo para pensar ¿Cómo hemos vivido? ¿Hemos abrazado lo suficiente? Si hoy fuera mi día de partir de este mundo ¿Qué huella he dejado? ¿He perdonado? ¿Me he rebelado contra un sistema que me impone una forma de ser y de pensar y he construido mi propia identidad? ¿Cómo han sido mis hábitos de alimentación, cómo he fortalecido mi sistema inmunológico? ¿Qué he heredado a las nuevas generaciones? ¿He logrado ahorrar para en esta época contar con un fondo que me permita tener una tranquilidad frente a lo que se avecina? ¿He gastado demás en cosas que ahora entiendo son innecesarias? Teniendo conciencia que nuestra vida puede cambiar de un momento a otro ¿qué haría diferente?

En tiempos de pandemia la Empatía es la habilidad que nos permite acercarnos, solidarizarnos unir fuerzas, pensar en el otro, cuidarnos como sociedad, nos humaniza, nos hace crecer en afecto, en disciplina, nos hace competentes para estar en sociedad.

Nos hemos sentidos frustrados y estresados de tener que lidiar con un panorama de “encierro” en nuestras casas, casas por las que hemos invertido capitales, que decoramos, pintamos y damos lo mejor de nuestros bolsillos, pero que al tener que estar dentro de ellas, discusiones afloran, y ¿aquellos que no tienen casa?

Temas de los que nunca hemos hablado, quizá sea el momento para hacerlo, es aquí cuando la capacidad para automotivarnos nos permitirá sacar el provecho necesario a este asilamiento. Motivarnos a vivir en un estado de flujo, un lugar donde el poder creativo aflora, en dónde nuestra máxima capacidad creativa nos permite idear cosas para lograr la capacidad productiva pero además un tiempo para replantearnos nuestras agendas cotidianas. Para darle importancia al cuidado personal y al del otro, para compartir, y elevar nuestros pensamientos.

La inteligencia emocional es el vinculo entre los sentimientos, el carácter y los impulsos morales. En tiempos como los que estamos viviendo, debemos mantener la esperanza, es una habilidad que nos permite afrontar las dificultades con un optimismo que pone en control nuestro cerebro.

Como sociedad debemos replantearnos hacia dónde vamos, a dónde invertimos y qué esfuerzos sumamos, el avance tecnológico, la investigación científica, la economía, el comercio son aspectos cruciales para nuestro desarrollo, pero hoy que estamos en casa agradecemos tener un buen libro, poder ver una buena obra de teatro, escuchar una buena melodía, ver una maravillosa obra de danza, lograr unos hermosos trazos en lienzo.

Hoy valoramos más que ayer el banano, el arroz que nos comemos, tanto como el celular que utilizamos, hoy el campesino merece tanta remuneración por su trabajo como el doctor. En este tiempo no hay colores políticos ni banderas, hay un solo blanco, azul y rojo que esperamos siga el cielo brillando, la paz engrandeciendo y el rojo del esfuerzo y no de la muerte floreciendo.

Hoy que no podemos dar la mano, ni un beso, ni un abrazo es cuando nos damos cuenta que los sentimientos son importantes, que necesitamos ciudadanos inteligentes, porque es esto al lado de la ciencia y la tecnología la que nos permite hacer frente a las situaciones difíciles que vivimos, son las emociones las que nos permiten decidir quedarnos en casa, al doctor ir al trabajo, son las emociones las que nos permiten lograr el objetivo de detener el virus, pero más que el COVID-19 el virus de la indiferencia, de la irresponsabilidad, de la falta de empatía y de la desmotivación por hacer de nuestro entorno un lugar mejor.

Al fin y al cabo, nuestro bagaje emocional tiene un extraordinario valor de supervivencia. Como en los años de 1918 en medio de una pandemia de gripe que mató entre 20 y 40 millones de personas y el paño frío de la enfermera sobre la frente del enfermo significaba tanto o más de lo que pudiera un médico hacer por salvarle la vida.

Autora: Sally Paola Gómez González


Mañana en Facebook Live: "Conviviendo con nuestras emociones en tiempo de crisis". Los esperamos a las 5:00PM. 😁

Posted by HMS – BSolutions Group on Monday, March 23, 2020
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